El Arnadí, dulce valenciano de herencia andalusí, tiene una base de calabaza, almendras y piñones que se presentan en cazuelas de barro. Su forma, orgánica y escultural, refleja una herencia profundamente arraigada. Cada bocado transmite la calidez ancestral, evocando el lujo de lo artesanal y la memoria de tradiciones pasadas que siguen vivas en el diseño.