El Granados, nacido en 1956 en Lleida, es un dulce que evoca la elegancia y la nostalgia de la música del pianista Enric Granados. Con una textura crujiente de almendra y un sabor sutil, este pastel resalta la belleza de lo artesanal. Su diseño imperfecto pero sublime refleja la esencia de la tradición catalana, un delicado homenaje al arte y la naturaleza.