Creado en los años 50 en homenaje a la reina Fabiola, el Fabiola combina una textura esponjosa con una capa suave de crema, evocando una estética de proporción y delicadeza. Su presencia noble y refinada se traduce en una pieza que se disfruta tanto por su sabor como por su elegancia, una celebración de lo clásico que nunca pierde su relevancia.