Este pastel alemán, el Baumküchen, es conocido por sus capas finísimas que se hornean una a una, formando anillos que marcan el paso del tiempo. Su diseño, construido con paciencia y precisión, refleja la atención al detalle y la repetición que se encuentra en la naturaleza misma. Un pastel que se disfruta por su estructura meticulosa y su elegante sabor.