Originaria de Galicia, la Bica es un pastel sencillo pero lleno de alma, de miga densa y color dorado. Su sobriedad refleja un diseño cálido, lleno de matices que evocan una serenidad profunda. Aunque modesto en apariencia, su riqueza de sabor se despliega con cada corte, como una obra maestra que sabe acompañar sin pretensiones, pero dejando una huella imborrable.